Peral de Arlanza se encuentra a orillas del río Arlanza, a muy poca distancia de la raya que separa las provincias de Burgos y de Palencia. Con este nombre, un fitsnómo que no necesita explicación, la hallamos documentada por vez primera en el año 1048, 1 de julio, en un pergamino del monasterio de San Pedro de Arlanza.
Pero la Villa tenía, ciertamente, más de un siglo de existencia. PERAL como toda la cuenca del Bajo Arlanza fue repoblada con intensidad en las dos primeras décaéas del siglo X y por gentes de la mozarabía, unos venidos directamente de Andalucía y otras tras haber colonizado las orillas del Esla en el recién creado reino de León. Sólo entre Lerma y Palenzuela hallamos sobrantes topónimos para probar a presencia de Mozárabes: San Pedro de Valerónica, donde fray Florencio copió maravillosos códices, Santa María, Mahamud, Zael, Villacisla, Villahizán, Torremonta, Santa María de Retortillo, etc.
PERAL queda en el alfoz de Palenzuela o Palencia del Conde, a poco más de una legua de distancia hacia el oeste, villa que ejercerá una gran influencia en nuestro poblamiento. Para el año 1048 esta comarca estaba perfectamente organizada, como revela el documento mencionado, en virtud del cual, el rey Fernando I dona el monasterio de San Pedro de Arlanza el cercano de monjes de Santa María de Retortillo, cuya iglesia subsiste todavía y con rango de monumento nacional.
PERAL, según se afirma, comenzó su andadura en la Castilla pura y condal, cooperando con una economía ganadera y con una casa-torre, que vigilaría un sector del río Arlanza y un acceso a Palenzuela y que fue derribada en el reinado de Enrique II. En el año 1074, Alfonso VI concedió a Palenzuela un amplio fuero; en él se mencionan las villas del alfoz, a los que alcanzaban sino todos, si algunos de sus singularidades y entre ellos aparecen PINILLA, PERAL y QUINTANILLA ROVANO. Este fuero, que consagró la prosperidad de Palenzuela, fue confirmado por todos los reyes posteriores hasta Alfonso X.
Pronto algunos linajes castellanos establecieron sus intereses en PERAL. Así sabemos que en 1173, doña Sancha de Frías, una poderosa rica-hembra, entrega al monasterio femenino de San Salvador de Moral, toda la hacienda que posee en PERAL y en QUINTANILLA ROVANO. Doña Sancha es la fundadora del gran monasterio premostratense de Bujedo, cerca de Miranda de Ebro. Otra de las familias pudientes fue la de don García Fernández, fundador del monasterio de monjas cisterciense de Villamayor de los Montes, al que hizo donación de sus bienes en PERAL, el 4 de mayo de 1228.
Hacia 1252, cuando el obispo de Burgos organiza los llamados "préstamos" de su diócesis, a PERAL le asigna 25 maravedíes que representa el valor de 250 corderos, según la apreciación de la época. Quizá el desvío de los productos de estas donaciones hizo que PERAL cayera en la fosa de la casi despoblación. Sabemos que en el año 1339 solo lo poblaban cuatro familias. Y, aún más, cuando hacia 1350, los inspectores de la hacienda real, que por orden del rey Pedro I, recorren las merindades de Castilla, para realizar el famoso Libro de las Behetrías, (PERAL pertenece a la merindad de Cerrato), sólo hallan en la reducida Villa a un individuo "que non sabía nada, salvo que era behetría de Juan Rodríguez se Sandoval".
La Villa se fue recuperando y a finales del siglo XIV, Palenzuela se la compró al realengo; el señorío de Palenzuela sobre PERAL no debío de durar mucho tiempo pues, habiendo vuelto a la Corona, Felipe II se la vendió a don Juan de Curiel de la Torre y concedió a al población el rango de Villa. Esta permaneció bajo señorío particular hasta finales del siglo XVIII, en que aparece otra vez en el realengo.
La vida de PERAL fue creciendo en paz y en prosperidad en la entrega al variado campesinado del cereal, del vino y del ganado lanar. En 1591 aparece formando partido con Torrepadre, sumando un total de 74 vecinos (unos 350 habitantes). En 1843, PERAL cuenta con 202 habitantes, de los que 30 son niños que acuden a la escuelita local, cuyo maestro recibe 30 fanegas de comuña al año. En 1950, son ya 630 habitantes, incluidos los 59 que viven en PINILLA. La gloria contemporánea de la Villa es don Andrés García Prieto (1846-1915), excelente pintor.
PINILLA estuvo situada a 3000 metros, al Este, donde hoy se alza la granja de ese nombre; el nombre significa peñasco pequeño. En 1048 era un municipio independiente y como tal es mencionada en el fuero de Palenzuela. En la relación de la Behetrías (merindad de Cerrato) se incluye a PINILLA DE RIO ARLANZA como solariego de Pedro Ruiz Carrillo; los vecinos solo pagan al rey servicios y monedas y al merino le abonan 13 maravedises. El señor recibe al año, por cada hogar, a título de infurción, una emina de trigo y cuatro celemines de cebada, más una gallina y una carga de mosto. PINILLA fue traspasada de señoríos, incluso reducida a mera granja. Ya en la jurisdicción ordinaria de PERAL, contaba en 1843 con 18 almas.
QUINTANILLA DE RODANIO se recuerda a 1.500 metros al Oeste en la linde de la carretera de Salas de los Infantes a Palencia. El pago se llama hoy Villanueva. RODANIO es nombre propio documentado en el monasterio de Oña, ya en 860. Debió de desaparecer, uniéndose a PERAL, pues figura en los "préstamos" de la diócesis con 18 maravedíes y no es mencionada en el Libro de las Behetrías (1350).
Burgos, 22 de agosto de 1998
Cronista Oficial de la Provincia